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No apto para cardíacos

El Forcusa Huesca venció al OAR La Coruña en un partido marcado por la tensión

HUESCA. Hacía mucho tiempo que los aficionados del Forcusa Huesca no sufrían tanto durante un partido en casa. Hasta el último segundo, en un tiro a balón parado ejecutado por Obvran, no se supo si el Forcusa se iba a llevar la victoria ante el OAR La Coruña.

El último minuto que desencadenó esa jugada fue el más tenso, conflictivo y problemático que los oscenses han padecido desde que el Forcusa comenzó la temporada. Todo se inició cuando los de Bebeshko vencían por un gol en el marcador y tenían la posesión de un balón. Tras fallar un lanzamiento, Bebeshko pidió tiempo muerto a falta de pocos segundos para el final. Los árbitros, imprecisos durante todo el encuentro, tardaron en darse cuenta y eso propició que los gallegos marcaran en un contraataque. Allí comenzó todo el festín de nervios.

Tanganas, empujones, Garicano por los suelos y Solís expulsado fueron algunas de las perlas que nos dejó este momento. Lo más fuerte es que el árbitro, en lugar de decidir si anulaba el gol o lo hacía subir al marcador, decidió pitar un lanzamiento desde los siete metros. Eso produjo que los coruñeses empataran.

A falta de veinte segundos, David Rodríguez marcó el definitivo gol que daría la victoria a los oscenses pese a tener que ser sacado en camilla de la cancha tras una acción antideportiva del rival. Quedaban siete segundos y un ataque a favor de los gallegos. La única solución era hacer falta cuanto antes. El arbitro pitó la falta y el OAR La Coruña falló. Fin del partido. Antes de eso, se pudo ver lo de siempre, una defensa que no acaba de funcionar y un Pistolessi que parece pasar de los partidos. Dos veces seguidas excluyeron al francés a lo largo de los sesenta minutos.

En ataque no fue el mejor día. El Forcusa se mostró impreciso, fallando innumerables contraataques y perdiendo balones tontamente. A pesar de eso hay que destacar a un notable Acetti, un resucitado Muiña y un resolutivo Garicano. Beuchler y Rodríguez no ofrecieron su mejor imagen pese a que este último marcara el gol definitivo.

Julio, el héroe

Pero sin duda, el que se merece todos los elogios posibles, el que demostró ser el héroe del partido al atajar las jugadas más decisivas del Coruña, fue el portero y capitán Julio Rodríguez.

El zaragozano fue el alma del equipo y no sólo por parar un penalti y varios contraataques. Rodríguez no paró de jalear al público y fue el quien llevó la batuta en la grada, que estuvo impecable.

No fue un gran partido en cuanto a calidad. Los más viejos del lugar no recordarán esta jornada por su espectacularidad. Lo que si está claro es que este tipo de encuentros son los que enganchan a la afición. La próxima semana en Alcobendas los de Bebeshko tienen que seguir con la racha y sumar la tercera victoria consecutiva de la temporada.

JAVIER BERNAD (HERALDO DE ARAGÓN)

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