Forcusa despertó a tiempo (34-29)

Los oscenses, liderados por Víctor Harnsanyi, reaccionaron en los minutos finales ante el Grupo Sigarci

Forcusa Huesca despertó a tiempo para sumar su octava victoria consecutiva en el Palacio de los Deportes. Después de tener el partido en el bolsillo, los oscenses se complicaron la vida tontamente y permitieron que el Grupo Sigarci resucitara a ocho minutos para el final (26-27). Una reacción de casta y orgullo defensivo, acompañada por la desintegración de los asturianos, certificó el triunfo, con un sufrimiento innecesario e inesperado.

FORCUSA HUESCA 34

GRUPO SIGARCI 29

Forcusa Huesca: García Lloria (p), Acetti (4), Muiña (4), Harsanyi (12, 4p), Beuchler (3), Garicano (2) y David Rodríguez (3) -siete inicial-. Castella (2), Julio Rodríguez (ps), Domínguez (2), Khaukha (2) y Borja Fernández (0).

Grupo Sigarci: Vallado (p), Maksic (5), Kokonis (4), Fernandes (4), Szobol (4), José María Cid (5, 3p) y Doros (0) -siete inicial-. Cabañas (5), Fekete (ps), Tertilici (2) y Sergio Cid (1).

ÁRBITROS: Bañuelos Velasco y Barrena Maguregui, del colegio vasco. Amonestaron a Borja y David Rodríguez del Forcusa y a Maksic, Fernandes, y Muñiz (técnico), del Sigarci. Excluyeron a Castella y Borja por Forcusa y a Maksic y Doros por el Sigarci.

PARCIALES: 2-1, 5-4, 8-5, 11-7, 13-9 y 16-13 (descanso); 20-17, 22-21, 24-22, 25-25, 29-27 y 34-29 (final)

INCIDENCIAS: Buen ambiente en el Palacio de los Deportes, que acabó caldeado con un enfrentamiento impropio entre un jugador visitante y el técnico local.

HUESCA.- El primer tiempo fue un monólogo-exhibición de Víctor Harsanyi. El húngaro fue un martillo pilón pleno de efectividad en ataque ante el que nada pudo hacer la defensa del Sigarci, que se mantuvo en pie hasta el empate a cinco. A partir de ese momento, los oscenses cerraron su 6-0 defensivo y con una pizca de velocidad en ataque firmaron un parcial de 4-0 que encarriló el choque (9-5). Los relevos ataque/defensa de Muiña y Beuchler por Borja y Mateu, junto con una mayor tensión defensiva, eran suficiente.

Después todo fue cuestión de hacer llegar la pelota a Harsanyi en buenas condiciones para que el lateral del Forcusa rompiera la redes con un repertorio de lanzamientos inagotable, contando eso sí con cuatro penaltis. Tal fue la dependencia del húngaro que con 11-7 en el marcador siete tantos eran obra y milagro de Harsanyi, que alcanzó el descanso con una decena de tantos mientras que el resto de compañeros sólo aportaba seis, con tres para Iago Muiña.

Del Grupo Sigarci apenas había noticias porque su ataque era tan parsimonioso como predecible y su pasividad defensiva daba tantas facilidades que al Forcusa le servía con dosificar la renta (13-9), aunque al filo del descanso hubo una reacción visitante que ajustó el marcador (15-13). Pero el choque carecía de interés y era mortecino, sin exclusiones para soliviantar al personal.

Forcusa salió dormido a la pista y el Sigarci aprovechó las facilidades para amenazar con la remontada (20-19). Pero la exclusión de Borja fue un acicate para los oscenses, que despertaron momentáneamente (22-19), aunque a Bebeshko no le quedó más remedio que para el juego porque su equipo no funcionaba (22-21).

Los asturianos lograron nivelar la contienda (22-22), pero dos exclusiones consecutivas de Maksic y Doros pusieron las cosas en su sitio con tres contragolpes de Castella, Domínguez y Acetti, mientras Harsanyi se tomaba un respiro en el banco (25-22).

Parecía que todo volvía a la normalidad, pero el Sigarci no había dicho la última palabra y aprovechando la exclusión de Castella volvió a nivelar la partida (26-26), con diez minutos por delante.

Los gijoneses metieron miedo con el 26-27, pero entonces, alentado por la afición, despertó a tiempo el Forcusa, que con defensa y contragolpes sentenció el partido con un vibrante parcial de 8-2, mientras el Sigarci se autodestruía con errores infantiles (34-29) y los nervios se desataban en el parqué.

José María PARDINA (Diario del Altoaragón)

FOTOS: PABLO SEGURA