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Recortes de Prensa

Forcusa arrolla a Anaitasuna (37-23)

El equipo oscense ofreció un bonito espectáculo ante un rival que se colapsó a partir del minuto 20

Forcusa Huesca sumó su tercer triunfo consecutivo en el Palacio y cerró con una alegría la primera vuelta. El equipo altoaragonés fue muy superior a un Anaitasuna que estuvo gris tirando a negro desde el minuto 20 de la primera parte y que en el minuto 10 de la segunda ya se había despedido de cualquier opción de puntuar en Huesca.

FORCUSA HUESCA 37

ANAITASUNA 23

Forcusa Huesca: Julio Rodríguez, Garicano (2), Ángel Fernández (1), David Rodríguez (3), Marco Mira (5), Harsanyi (9, 3p), Acettoi (2) - equipo inicial- Beuhler (4), Pablo Domínguez (3), Castellá (1), Khaukha (3), García Lloria (ps) y Aranda (4).

Anaitasuna: Chavarri, Chocarro (1), Aldunate, Chispi (3), Brcic (3), Unanue (1), Barbón - equipo inicial- Egozkue (2), Senosiain (1), Tajadura (2), Liberal (1), Legarreta (5, 3p) y Goñi (4, 1p) y Pablo Rodríguez (ps).

ÁRBITROS: Alonso y Miret, colegio catalán. Excluyeron a Julio Rodríguez, Pablo Domínguez y Ángel Fernández, del Forcusa y a Goñi, del Anaitasuna.

GOLES: 3-2, 6-5, 9-6, 10-10, 14-11 Y 17-11 (descanso), 21-12, 25-13 30-15, 32-17, 34-21 y 37-23.

INCIDENCIAS: Regular entrada en el Palacio de Deportes.

HUESCA.-
Sólo hubo partido durante veinte minutos. Forcusa atacaba con mayor claridad que su oponente, pero enlazó fallos y ello sirvió a los navarros para mantener el tipo con su insistencia en ataque, que ya dio muestras de tener problemas en estático, pues muchos de sus lanzamientos de primera línea eran bloqueados por la defensa o parados por Julio Rodríguez.

Forcusa echó mano del juego con Beuchler en el pivote, que marcó repetidamente en los primeros compases, pero los extremos, Garicano y Acetti no estuvieron muy finos en acciones sueltas desde el extremo y en contraataques y ello impidió que el equipo mandara con claridad. El Anaitasuna hacía, hablando en argot ciclista, la goma, aprovechaba algún rebote y alguna laguna local en seis metros para conseguir en el minuto 20 empatar a diez goles.

Fue un espejismo, pues precisamente a raíz del empate se desmoronó. Forcusa no perdonó en ataque, Julio Rodríguez sacó más balones y el equipo navarro empezó a aturullarse y perderse en ataque, donde la relativa claridad que había tenido hasta entonces se tornó falta de ideas y colapso en el centro ante la defensa oscense.

Victor Harsanyi volvió a dar un recital en el lanzamiento con amplitud de recursos para decidir y Pablo Domínguez e Iván Aranda tomaron el relevo a Garicano y Acetti en los extremos. El equipo volvió a recurrir como en anteriores partidos al contraataque y ello le facilitó la labor.

Con todo ello se pasó del citado empate a diez a un 17-11 en el descanso que dejaban el partido muy encauzado. En Anaitasuna los lateral Chispi y Brcic no habían tenido su día y el equipo había demostrado, como anunció su técnico que en estático tiene muchas dificultades y se echa en falta cierta calidad para resolver.

El descanso tampoco sentó bien a los visitantes, que en lugar de reponerse volvieron a las andadas y cometieron los mismos errores, un intento de defensa mixta sobre David Rodríguez, que acabó con gol de este sólo en el pivote, demostró la desorientación de los navarros, incapaces asismiso incluso de ganar en sus superioridades numéricas por exclusiones de jugadores del Forcusa.

Poco quedaba por decir, pues el marcador, pues en pocos minutos, el Forcusa no sólo había mantenido su renta, sino que la había aumentado hasta doblar al rival (30-15).

El equipo oscense, con el viento a favor se desmelenó y empezó a gustarse, con participación especialmente activa de jugadores como Marco Mira e Iván Aranda, que anotaron algunos goles realmente bonitos. Anaitasuna seguía fuera de combate y sus intentos por encauzar la situación resultaban infructuosos. Algunos desde la grada tuvieron el mal gusto de corear olés burlescos hacia un equipo siempre honesto, limpio y modesto, que no tuvo su día.

A partir de ese 30-15, Forcusa levantó un poco el pie del acelerador y el Anaitasuna pudo anotar con mayor asiduidad y lograr que el marcador no se disparase. También lograron los navarros algún gol para enmarcar, aunque el encuentro languidecía y en la pista unos esperaban la cena de navidad y otros el autobús de regreso para casa. Forcusa aprovechó para repartir minutos en ataque entre algunos de los menos habituales, que se reivindicaron con goles y entusiasmo.

Al final, dos puntos logrados antes de la hora con buen juego desde el minutos veinte al cuarenta, pero ante un rival que no tuvo su día y que ofreció un rendimiento menor al esperado, pues llegaba a Huesca a dos puntos de los de Bebeshko y con resultados importantes en su tablilla que hacían presagiar mayor empaque.

El equipo se irá de vacaciones con 16 puntos y con la sensación de poder haber hecho algo más. No se ha perdido contra ninguno de los que marchan del puesto séptimo para abajo y ahora debe demostrar con el rodaje hecho que puede ganar a os grandes.

Julio GONZÁLEZ (Diario del Altoaragón)

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