Blogia
Recortes de Prensa

“El delegado tiene que hacer de todo”

Félix Brocate, presidente de la Aragonesa, señala el “ambiente familiar” que se vive en la selección



HUESCA.- El presidente de la Federación Aragonesa de Balonmano, Félix Brocate, acompaña a la selección como delegado desde hace siete años, en los que ha podido vivir múltiples experiencias y vivir grandes éxitos deportivos, como el Campeonato del Mundo de Túnez, el bronce en los Juegos Olímpicos de Sidney o el subcampeonato de Europa del pasado año, entre otros. En todo este tiempo ha coincidido con muchos de los grandes jugadores de la historia del balonmano español y con tres técnicos, Juan de Dios Román, en Sidney solamente, y, posteriormente, César Argilés y Juan Carlos Pastor. Como presidente de la Federación Aragonesa también trata de arrimar la selección a casa cuando puede y se encuentra feliz de poder estar con ella en Huesca.

Brocate explica que su labor como delegado de la selección comenzó en la concentración previa a los Juegos Olímpicos de Sidney. El presidente de la Federación Española le pidió que se hiciera cargo de ese puesto, que había quedado libre pues el anterior ocupante lo había dejado para optar a la presidencia de la Federación. “Yo había estado como jefe de expedición en Copa Latina y en Campeonatos junior, el presidente me llamó y me dijo que decidiera si quería ir a Sidney o no. Entendí que era una oportunidad única por acudir a unos juegos olímpicos, estar con el equipo nacional y, además, había arbitrado a todos los jugadores”, señala Brocate.

Sobre sus funciones, señala que “hay que hacer de todo. El delegado es el colaborador del cuerpo técnico y de la Federación con todo el equipo. Es el que planifica los viajes, el que lleva el tema de hoteles y está pendiente para no tener contratiempos en organización”.

A los jugadores y los técnicos les acompañan además el médico, el fisioterapeuta y una persona encargada de grabar en vídeo la preparación y los partidos para trabajo del técnico.

La selección mueve una gran cantidad de material y Brocate señala que hay que mover “un montón de bolsas con ropa de juego, balones, pega, quitapega, petos y un montón de material, sobre todo, cuando es una concentración larga, como un Mundial. Además se mueve el botiquín con medicamentos y los instrumentos del fisioterapeuta y el baúl del hombre del vídeo, que lleva también ordenadores y cámaras”.

Brocate comenta que los jugadores no son exigentes ni caprichosos y que lo único que piden es que se les haga lo más cómodo posible el viaje, facilitándoles los billetes del avión o el tren o un coche de alquiler. “Lo que quieren es venir a entrenar y a jugar”, sin más preocupaciones.

La relación entre los jugadores y el delegado siempre ha sido muy estrecha y Brocate comenta que se siente “feliz de poderles ayudar en todo lo que necesita”.

“Sobre todo hay una relación de equipo. Argilés y Pastor hacen mucho hincapié en el equipo y salvo alguna cosita que hay y es normal en tantos días de convivencia, hay una relación muy familiar. Nos contamos las cosas y hay mucho contacto entre todos”, explica.

Brocate señala que las concentraciones largas se hacen muy duras y comenta que en Sidney la concentración duró setenta días, con algún día suelto de descanso por medio. “Hay mucho contacto humano con todo lo que conlleva, mucha tensión previa a los partidos y la propia de lo que te juegas en la competición”, dice. Además, señala que hay mucha cercanía de la selección con los aficionados, pues “los jugadores de balonmano son todos buena gente y hay un contacto muy cercano con la gente”.

Para él ha sido muy especial y distinto vivir los Juegos Olímpicos, algo en lo que le habían insistido todos los jugadores y que pudo comprobar por sí mismo. Y, como resultado, desde luego la victoria en el Campeonato del Mundo fue lo máximo, que tuvo “muchísima importancia, porque siempre habíamos estado ahí y tenido opciones, pero allí dimos el paso definitivo. A ver si seguimos subiendo escalones y podemos ganar los Juegos”.

El trago más amargo fue “la famosa jugada en el Croacia-España en el Europeo de Eslovenia en el que nos lanzaron fuera de tiempo y dieron el gol. Aquella jugada nos marcó mucho y nos dejó K.O en el campeonato”.

Sin duda ha habido mucho más positivo y, sobre todo, en el día a día y el trato humano, pues indica que a lo largo del año se mantiene mucho contacto por teléfono y correo electrónico tanto para felicitar como para animar cuando las cosas no van tan bien.

Julio GONZÁLEZ

0 comentarios