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Recortes de Prensa

Borrón y cuenta nueva (36-39)

Forcusa realizó en Aranda uno de sus peores partidos ante un Aranda especialmente brillante en el contragolpe

Tras tres victorias consecutivas y un juego tan estético como efectivo, Forcusa Huesca vio ayer frenada su buena racha de resultados en Aranda en un mal partido. Los de Bebeshko aguantaron el tipo en la primera parte, pero en la reanudación los constantes errores en el ataque y las pérdidas de balón hicieron que los burgaleses consiguieran matar el partido al contragolpe y de paso hacer olvidar su último resultado en Tenerife.

ARTEPREF ARANDA 36

FORCUSA HUESCA 29

Artepref Villa de Aranda: Alberto Miranda, Diego Camino (5), Miro Barisic (8, 3p), Javier Buján (1), Javier Tarrasó (8), Sandro Torras (2), Víctor Pedragosa (5) -equipo inicial- Matteus Vink (1), Sergi Grossi (2), Thomas Kavolius (2), Carlos Ibeas, Sergio Valles (2) y Hugo Figueira.

Forcusa Huesca: Jorge García, Pablo Domínguez (3, 1p), Mateu Castellá (1), Santiago Acetti (4), David Rodríguez (2), Borja Vidal, Víctor Harsanyi (4) - equipo inicial- Ángel Fernández (1), Yuri Khaukha (7), Iván Aranda, Julio Rodríguez, Rubén Garicano, Iago Muiña (4), Dirk Beuchler (3)

PARCIALES: 2-4, 6-4, 11-8, 14-11, 16-14, 19-14, 21-18, 25-20, 29-21, 33-25, 36-27 y 36-29.

ÁRBITROS: Jesús Escudero Santisute y Jorge Escudero Santiuste (Cantabria). Tarjeta roja a Javier Buján y excluídos Sergi Grossi, Diego Camino y Buján por el Artepref y Pablo Domínguez (2), Mateu Castellá, Iván Aranda, Rubén Garicano, Iago Muiña y Borja por el Forcusa Huesca.

INCIDENCIAS: Pabellón Príncipe de Asturias. 1500 espectadores .

ARANDA.-
Derrota clara de un Forcusa Huesca que se mostró desconocido con respecto a las últimas jornadas ante un Artepref Villa de Aranda que se mostró superior en todo momento. El equipo castellanoleonés completó su mejor partido de la temporada en el Príncipe de Asturias ante un Forcusa Huesca que nunca estuvo cómodo sobre la pista. Los arandinos fueron mejores de principio a fin y el marcador refleja con meridiana claridad la infinita superioridad mostrada por los locales. Ayer al Forcusa no le salió nada.

El equipo oscense viajaba a Aranda de Duero con el objetivo de conseguir una victoria que le proporcionara, casi de forma definitiva, un puesto entre los seis primeros de la clasificación. Este era el objetivo que se marcó el club a principio de temporada y se está en camino de conseguirlo, a pesar del partido de ayer. Aranda era una buena oportunidad para allanar más el camino en busca de ese objetivo. Además, los de Bebeshko venían de ofrecer un gran juego en las últimas jornadas y atravesaban un momento dulce. Pero ayer se les complicó todo y no tuvieron su día.

Desde el primer tiempo la escuadra dirigida por Jorge Berzosa estuvo muy bien, por encima de un Forcusa que estaba siendo uno de los mejores equipos de la Liga en la segunda vuelta y que fue ridiculizado en algunos momentos por el brillante juego ribereño. Salvo en el primer parcial (2-4) para los oscenses, mandó el Artepref en el marcador y en el juego.-Los arandinos fueron de menos a más, creciendo en juego y en confianza. Lo primero llevó a lo segundo, y esto último les hizo sentirse cómodos para doblegar al término de la primera parte a su rival por un resultado muy superior a lo esperado (19-14) que pese a todo mantenía viva la llama de la remontada.

Pero la segunda parte fue más de lo mismo, e incrementado. Cada vez más impotencia oscense y mayor confianza del Artepref. Hizo un amago el Forcusa por meterse en el partido aprovechando una de las escasas superioridades numéricas que tuvo. Ni eso ganó. Su rival había salido dispuesto a ganar este partido y a demostrar que aún tiene cosas que hacer en esta competición.

El segundo tiempo sirvió para que el Villa de Aranda reiterase sus virtudes. Estuvo magnífico en defensa, recuperando muchos balones y sacando de forma impecable el contraataque para asestar una y otra vez duros golpes a su oponente.-Sergio Bebeskho lo intentó todo desde el banquillo pero no tuvo el Forcusa una tarde afortunada. La defensa, una de las principales virtudes oscenses en los últimos tiempos, vio como la velocidad del juego burgalés llegaba a su área una y otra vez sin poder frenarlo.

El equipo altoaragonés se vio obligado a jugar por los extremos, falló mucho desde el pivote y trató de todas las maneras posibles de doblegar a una defensa abierta, pero sus propios defectos, con malos tiros, pases imprecisos y pérdidas de balón, hacían que sumar fuera poco menos que una utopía. Presos de la impotencia y de un marcador muy abultado, los oscenses intentaron maquillar en el tramo final un resultado que llegaron a ir teniendo perdido por hasta diez goles.

J. P. BERDÓN/Área 11

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