Campanas de boda para Beuchler
HUESCA.- El pivote alemán Dirk Beuchler jugó en diciembre su último encuentro como soltero, pues el sábado contrae matrimonio en Pamplona, de donde es su mujer. La suspensión del amistoso ante Anaitasuna previsto para hoy en Pamplona le permitirá tener algo más de tiempo para atender a algunos familiares y amigos que llegaron ayer a Pamplona desde Alemania. Beuchler bromeaba antes de conocer que el encuentro no se jugaría y deseaba que en la pista “no me pongan un ojo morado y mañana tengan que maquillarme”. Finalmente no correrá ese riesgo.
El jugador explica que a su boda, que será civil en una sala en La Ciudadela, acudirán 110 invitados y señala que no han podido acudir muchos compañeros y amigos que ha tenido en distintos clubes porque están concentrados para el próximo Mundial o con sus equipos. Sí estarán familiares de Alemania, amigos y los compañeros del Forcusa.
Espera pasar un buen día que se prolongará, pues la boda es por la mañana. La luna de miel la anticiparon a Navidades y estuvieron nueve días en Cancún, huyendo del frío y pasándolo bien. Posteriormente pasaron la Nochevieja en Pamplona para incorporarse después a los entrenamientos en Huesca.
En verano contrajo matrimonio el otro pivote del equipo altoaragonés, el valenciano Ángel Fernández.
Respecto a lo deportivo, el jugador del Forcusa apunta que el equipo ha entrenado bien en las dos semanas que lleva tras el regreso de vacaciones, muy centrado en lo “físico, con pesas y carrera por las mañanas” y trabajo en la pista por las tardes.
Beuchler considera que en la segunda vuelta se va a ver el potencial real del equipo y es que él ha dicho siempre que “hacía falta tiempo” para conjuntar a un bloque con muchos cambios. “En los últimos partidos se vio más juego colectivo y entendimiento entre los jugadores y ahora el calendario es más favorable, con equipos más flojos en casa y partidos fuera con equipos grandes contra los que hay capacidad de ganar como se vio contra el Pilotes. Vamos a ganar partidos contra ellos fuera”, anuncia y cree que eso va a ser decisivo para establecer donde acaba clasificado el equipo. Por otra parte, desea satisfacer a la afición con victorias y buen juego en casa.
Coincide con el club con que el objetivo es estar “entre los seis primeros y ahora estamos a dos puntos de la quinta plaza”. No cree que haya que poner el listón más alto, pues considera que cumplirlo ya es un paso importante, “la primera vez que el club lo conseguiría”.
Personalmente, Beuchler fue puesto en tela de juicio por algunos, incluso dentro del propio club a inicios de temporada. Él siempre ha sido muy claro al respecto y ha señalado que es imposible esperar que un pivote meta goles sin recibir balones, que es necesario una coordinación muy exacta en el pase a los seis metros y que el juego en esta posición no puede medirse solo por los goles, pues su labor es mucho más amplia, con bloqueos y fijación de defensas.
“Ahora los pasadores ya tienen más confianza y hemos trabajado en ello y yo he metido mis goles, aunque este es un juego colectivo y no se trata de quien mete los goles, unos días les toca lanzar a unos y otro a otros, dependiendo también de si las defensas son más abiertas o más cerradas”. Por otra parte, recuerda que siempre es necesario un reparto de responsabilidad goleadora, puesto que los rivales “ven vídeos” y si se tienen pocos recursos se centran en ellos.
Uno de los aspectos en los que cree que el equipo tiene un importante margen de mejora es el “contraataque de segunda y tercera oleada”. El equipo ha ido recurriendo con más asiduidad al contraataque directo con un pase, pero considera que necesita “más goles fáciles” y aprovechar los huecos que quedan cuando los rivales hacen el balance defensivo. Para ello hay que “entrenar, mentalizarse y tener confianza”, aunque señala que ello requiere asumir riesgos, algo que considera necesario. En ese sentido, como en el juego con el pivote, explica que en Forcusa hay gente joven que se nota que no ha jugado con presión y que necesitan asumir más responsabilidades.
Beuchler se encuentra feliz en Huesca y realiza frecuentes visitas a Pamplona, donde tiene parte importante de su vida, según explica. La cercanía de la montaña, una de sus aficiones es una de las ventajas que destaca de la ciudad.
Julio GONZÁLEZ (Diario del Altoaragón)
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